Hay joyas en las calles de Alcalá

La vivacidad del comercio de Alcalá, el nervio que mueve su actividad diaria, está representada en las variadas alternativas que evitan la monotonía al andar por sus calles. Y a veces la esencia se condensa en pequeños lugares.

Es el caso de Carlos Ocaña Joyería, un espacio reducido en la Plaza de Cervantes 32, que es un extracto del buen gusto y la clase.

En este distinguido establecimiento se exhibe un tesoro para quienes buscan una buena prenda. En sus vidrieras conviven piezas de múltiples diseños, desde lo clásico hasta lo vanguardista, cada una significa horas de trabajo y dedicación; sin embargo no tenemos que ser expertos en la materia, ellos tienen los conocimientos para orientarnos hacia una buena elección; bien dice el magnate Warren Buffett «si no sabes de joyería, conoce al joyero».

Así que si estamos en deuda con la elegancia, o necesitamos hacer un buen regalo, en Alcalá emprendedores como Carlos Ocaña Joyería nos allanan el camino.